¿Qué tan seguros se sienten los bajacalifornianos en sus ciudades?
La percepción de inseguridad es un problema que vulnera la calidad de vida de las personas, este problema ha generado, por ejemplo, que muchos ciudadanos dejen de realizar actividades cotidianas, como salir de su casa, comprar o portar ciertos objetos, entre otros. Puede llegar a ser tan grande que genera otros problemas públicos de mayor relevancia, tales como limitar el esparcimiento social o la desconfianza entre vecinos de una misma comunidad.
Para comprender esto es necesario conocer primero la definición de percepción de inseguridad. Esta se define como “la perturbación angustiosa del ánimo que se deriva de la diferencia entre el riesgo percibido de ser víctima de un crimen y la victimización de hecho” o, dicho de otro modo, “la percepción que una persona tiene de ser víctima de un delito, independientemente de la probabilidad de serlo”.[1]
Sin embargo, no hay que confundir percepción con realidad. Mientras que la realidad nos dice, por ejemplo, que en lo que va del año (Ene-May) se han registrado en BC un total de 35,072 delitos, o sea, 8.5% menos que en el mismo periodo de 2019 (38,055 delitos), la población de Tijuana, una de las ciudades más grandes del estado se siente más insegura que hace un año. Ya que el porcentaje de la población que se siente insegura pasó del 69.8% al 85.6%.
Video sobre resultados de la ENSU en BC. Tomado de facebook.com/ccspbc
¿Cómo conocemos la percepción de inseguridad de los mexicanos?
Desde 2013 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realiza una encuesta trimestral llamada “Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana” (ENSU[2]), la cual mide la percepción de la población sobre la seguridad pública en su ciudad. Cuestionando el sentir social con relación a tendencias delictivas, cambio de hábitos a consecuencia de la delincuencia, atestiguamiento de conductas antisociales, y desempeño de las corporaciones policiacas.
Esta encuesta se realiza en las urbes más importantes de los 32 estados del país. En el caso de B.C., las encuestas se aplican en Tijuana y Mexicali. Ahora bien, ¿qué es lo que nos dice la encuesta sobre estas ciudades de nuestra entidad?
La ENSU se realiza cada trimestre, y los últimos resultados publicados corresponden al primer trimestre de 2020. Para conocer cómo ha evolucionado la percepción de inseguridad sirve comparar la última encuesta con la anterior, es decir, con la publicada en diciembre 2019.
Percepción de inseguridad en la ciudad
Según la encuesta, el 86% de los tijuanenses se sienten inseguros en la ciudad, este porcentaje creció 14 puntos con respecto a diciembre, donde era del 72. En Mexicali, aumentó al 62% comparado al 54% previo. La media nacional fue del 73%.
En el cajero automático
El 78% de los tijuanenses sienten inseguridad en el cajero automático (76% en diciembre 2019).
En el caso de Mexicali es el 78% de su población (77% en diciembre 2019).
En el transporte público
El 84% de la población de Tijuana se siente insegura en él (61% en diciembre 2019)
En Mexicali la cifra es del 51% (52% de diciembre 2019).
En el banco
El 54% de tijuanenses se sienten inseguros (53% en diciembre 2019).
En Mexicali, el 50% se siente inseguro (49% en diciembre).
Por otra parte, uno de los datos más preocupantes que nos arroja la encuesta son las expectativas sobre delincuencia, esto es, si la población espera que la delincuencia disminuya u empeore el próximo año. En el caso de B.C. tenemos que el 80% de la población tijuanense considera que la delincuencia seguirá igual de mal o empeorará en el próximo año, esto es un incremento de 26% si lo comparamos con diciembre del 2019, donde la cifra se encontraba en el 54%. Para la ciudad de Mexicali, el 56% opina lo mismo, 25 puntos arriba del 31% de diciembre pasado. A nivel nacional el promedio es de 67%.
Cambio de hábitos por temor a la delincuencia
Por otra parte, la encuesta también nos permite conocer cómo la población del país ha cambiado sus hábitos a causa de la inseguridad. En este sentido, tenemos un incremento en el porcentaje de la población que ha tenido que cambiar sus conductas. Por ejemplo, tenemos que el 85% de los tijuanenses y 72% de los mexicalenses han dejado de llevar consigo objetos de valor por temor a ser víctima de la delincuencia. Comparado con diciembre de 2019 esto representa un incremento de 19 puntos para Tijuana (66%) y de 3 puntos para Mexicali (69%).
Otros cambios de conducta registrados son:
Permitir que menores salgan de casa
En Tijuana, el 79% de la población ya no permite que sus hijos salgan de casa (74% en diciembre 2019).
En Mexicali, el 57% de la población ya no permite que sus hijos salgan de casa (71% en diciembre 2019).
Caminar de noche en los alrededores de su vivienda
El 76% de los tijuanenses dejó de realizar esta conducta (61% en diciembre de 2019) (tercer lugar a nivel nacional).
El 66% de los mexicalenses dejó de realizar esta conducta (67% en diciembre de 2019).
Visitar parientes o amigos
El 47% de la población de Tijuana dejó de visitar parientes o amigos (39% en diciembre de 2019).
Mientras que el 35% de los mexicalenses dejaron de hacerlo (44% en diciembre de 2019).
Otros datos de relevancia
En relación con conductas delictivas, el 81% de los tijuanenses fue testigo de algún delito (robos o asaltos, vandalismo, venta o consumo de drogas, consumo de alcohol en las calles, entre otros).
En relación con el desempeño de las corporaciones encargadas de la Seguridad Pública, el 1er. lugar lo tiene la Marina con 87.7% de reconocimiento ciudadano en Tijuana y 80.9% en Mexicali; la SEDENA en 2do. lugar en las dos ciudades, y el último lugar desafortunadamente lo tienen las policías estatales y municipales. En Tijuana el 28.5% de la población considera efectiva a la policía municipal, y el 35.1% en Mexicali, donde la media nacional es del 39.9%.
En información adicional, únicamente 11.5% de los tijuanenses considera efectivo al gobierno municipal para atender su problemática, donde Mexicali obtuvo el 29.3%, con una media nacional de 25.4%.
Para concluir, si bien los resultados de la ENSU nos presentan un panorama desalentador, es necesario considerar que a partir de la medición y conocimiento de la percepción de inseguridad de la población, se podrán tomar decisiones informadas para el diseño de políticas públicas que logren revertir esta problemática que aflige a los bajacalifornianos y a México en general.
[1] Revista Mexicana de Opinión Pública, julio – diciembre 2013, ISSN 1870-7300, pp. 14
[2] Se puede consultar en https://www.inegi.org.mx/programas/ensu/
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