La corrupción sigue viva

“Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá”.
– Horacio
 
La corrupción, acompañada de la impunidad, es el cáncer que padece México, misma que ha afectado décadas de crecimiento y desarrollo.
 
Su combate y eliminación fue la principal promesa de campaña del presidente López Obrador, motivando que la población, harta de este flagelo emanado de los gobiernos del PRI y del PAN, se volcara a las urnas y le diera su voto de confianza para gobernarnos, no solo a él en particular, sino a su partido MORENA.
 
A casi un año y medio de mandato, la corrupción no solo sigue presente, sino pareciera que el sistema la sigue permitiendo.
 
Más allá de algunos casos aislados, el carpetazo y el olvido pareciera prevalecer ante presuntos actos de corrupción.
 
En la administración actual, se tiene registro de cómo el gobierno federal, a través de asignaciones directas o invitaciones restringidas, ha favorecido a particulares, casos abundan.
 
El más reciente el de León Bartlett, hijo de Manuel Bartlett, actual director de CFE. Su hijo, por asignación directa y sin licitación, vendió respiradores al IMSS para enfermos de COVID-19, con un sobreprecio de casi 4 veces su valor de mercado.
 
En este caso, es difícil entender cómo el hijo de un funcionario público de primer nivel se convierta en proveedor del gobierno por adjudicación directa, no solo en este caso, sino al menos en siete contratos que suman 162 mdp, generando un claro conflicto de interés y tráfico de influencias.
 
El mismo Bartlett hijo, para defenderse, acusó al gobierno de CDMX de haber comprado ventiladores 72% por arriba de su precio.
 
Previamente, el gobierno había comprado sin licitación, 2,500 ventiladores a la empresa Levanting Global Servicios, LLC, con un sobreprecio de 49 millones de dólares. El dueño de esta empresa tiene acusaciones de fraude en EU.
 
Por otro lado, existen empresas que han tratado de obtener permisos para importar ventiladores a México, pero a diferencia de los mencionados, no han tenido éxito.
 
Al mismo Manuel Bartlett padre, ex miembro prominente del PRI, se le detectaron antecedentes irregulares en su declaración patrimonial, pero fue exonerado por la Secretaría de la Función Pública.
 
La SEP, a cargo de Esteban Moctezuma, otro ex priista que trabajó durante 17 años en Fundación Azteca, propiedad de Ricardo Salinas, dueño de Elektra y Banco Azteca, que administra los monederos electrónicos de los programas asistenciales del gobierno federal, otorgó un contrato multimillonario, sin licitación, a Seguros Azteca, propiedad también de Salinas.
 
China Communications, ganadora del contrato para construir el primer tramo del Tren Maya, había sido inhabilitada ocho años por el Banco Mundial por acusaciones de corrupción.
 
En BC, está pendiente el esclarecimiento del caso de “los moches”, que involucran a la ex secretaria de desarrollo social y al actual secretario de gobierno. La Fiscalía Estatal desechó la investigación sin explicación clara.
 
Para acabar con la corrupción, se deben de terminar de implementar los Sistemas Anticorrupción, totalmente autónomos e independientes, en todo el país. Esto ha sido pospuesto indefinidamente por la administración federal y por muchos estados de la república, incluyendo BC.
 
El combate a la corrupción debe ser el tema prioritario del gobierno, y la lucha debe ser transversal, no de arriba hacia abajo.
 
Fue una promesa de campaña y se debe cumplir.
 
Juan Manuel Hernández Niebla, Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado.
Columna publicada el 6 de mayo de 2020 en el periódico FRONTERA Tijuana.
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