El costo de la pobreza
“Por el bien de todos, primero los pobres” AMLO
Desde 2005, la entidad gubernamental encargada de evaluar la política de desarrollo social y la pobreza en México es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). La medición se hace en dos contextos: aquella población que gana menos de $3,600 pesos mensuales y adolece de cuando menos uno de los siguientes satisfactores sociales: educación, salud, seguridad social vivienda y alimentación.
En su reporte 2020, CONEVAL reporta un aumento de 3.8 millones de pobres en el país comparado al 2018, totalizando 55.7 millones con estas características, equivalente al 44% de la población nacional. De estos, totalizando 10.8 millones, y con un incremento del 1.2 millones comparado al 2018, se encuentra la población en pobreza extrema, considerada como aquella que gana menos de $1,700 pesos mensuales, y que sufre de tres o más de las carencias sociales antes mencionadas.
Si la pobreza es una vergüenza nacional, la pobreza extrema es una verdadera tragedia.
Este aumento de número de pobres y el retroceso en los avances obtenidos en la disminución de carencias sociales se debe en mucha medida a la crisis del COVID. La caída del -8.5% de la economía nacional durante 2020 pronosticaba un incremento de 10 millones en el número de pobres, número que fue menor debido a las cifras récord de remesas que llegaron de nuestros connacionales trabajando en EU.
Sin embargo, la carencia social de mayor incremento fue la de servicios de salud, misma que se dio como consecuencia de la eliminación del Seguro Popular y la creación del INSABI. Según INEGI, 16 millones de mexicanos perdieron durante el 2020 el acceso a la salud asistida por el Seguro Popular, incrementándose el mismo tiempo el gasto familiar en servicios de salud en 40%.
Si entendemos que el Seguro Popular beneficiaba principalmente a la población de bajos recursos, el efecto de la eliminación de este seguro no solo incrementó la carencia a los servicios de salud, sino también el gasto familiar, impactando a la pobreza. Igualmente, y en términos económicos, comparado con otros países latinoamericanos, México no implementó programas especiales para mitigar el impacto económico de la pandemia, ni tampoco hizo nada para evitar el retroceso en los satisfactores sociales.
Entre 2018 y 2020, el ingreso laboral mexicano disminuyó 11%, demostrando que la mejor manera de eliminar la pobreza debía haber sido a través de la creación de fuentes de empleo fomentando el crecimiento económico. Si bien los programas y asistencias sociales ayudan económicamente, el gobierno actual los ha generalizado a toda la población, en lugar de concentrarlos en las personas que verdaderamente lo necesitan.
INEGI valida esto al reportar que el 10% de la población más rica del país obtuvo 3.5 veces mas apoyos del gobierno en 2020 que durante 2018, cuando lo mas pobres registraron una caída del 14% en los apoyos gubernamentales durante el mismo periodo.
Resumiendo, al día de hoy tenemos mas pobres de cuando inicio el sexenio, convirtiendo el combate a la pobreza, junto con el combate a la corrupción, en los fracasos mas notables del actual gobierno federal, algo verdaderamente impactante si tomamos en cuenta estos dos temas fueron las principales promesas de campaña que como candidato hizo el presidente.
C.P. Juan Manuel Hernández Niebla, Consejero Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado. Columna publicada el 11 de agosto de 2021 en EL IMPARCIAL.
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